15/6/08

De la opinión: siempre como bandera cromática se vuelve violenta cuando el opinador (opinólogo, opinante, el que opina) la alza: ninguna jamás será comunicada de alguna manera que no nos parezca (a bien o mal) proselitista, armarse de esta, significará adoptar una postura bajo la cual se tendrá que poder formar un lenguaje necesario para ser comunicada. De la misma forma la adopción de una opinión lleva al propietario a la poco sutil tarea de creer a manera de afirmación o verdad, lo que ha llegado a concluir: como si de empirismo se tratase el lenguaje y de sentido se llenara la vida.

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