Comería tierra, que mis venas se llenen de barro, que me revienten los tímpanos, así con un poco de suerte y sol: secarme, quebrarme en pedazos.

Gente culiá, le encanta sentirse especial, diferente, poseedoras de una verdad que no tienen, que creen tener, con opiniones, con posturas. No, no, a mi no me vengan con cosas.

Inteligencia que irrita

le detendría a la salida de cualquier lugar, solo para preguntarle un "¿quien te crees?", ver su cara y recibir una respuesta que no me esperaba, sentirme aun mas despreciable, y salir rumiando las mismas palabras: "quien se cree, quien se cree"

tengo que ponerme al día con la cabeza para los pies y el llanto asonoro que cubre el terciopelo gris sobre mi rostro.
no mas que cuando de a poquito, mi niña, se ríen los duendes en mi cabeza como goteras desquiciadas y llenas me moho, intentando bailar para sacarse la soga del cuello, el barro de encima, se vuelve al principio otra vez, y comienza con el ritmo infinito del acontecer único, sin risa, sin baile, apenas despiertos y algo taciturnos, no finaliza, no hay donde empezar, algo avanzan por sobre el vacío, buscando de que alimentar: pero ¿en que momento fueron a parar a la nada?

nota número 30

Voy a vomitar todo mi amor sobre la tierra, nacerá ahí la planta de la mentira y dará frutos con sabor a frustración, se los comerán los pájaros en otoño, para en primavera morir envenenados, de su hedor flotará un vaho de egolatría, que se llevara el viento, lo inhalarán los niños al salir de sus casas, felices, y jugaran como todos los días, sin saber, respirarán profundo y llenarán sus pulmones con aquel frío, se vestirán de purpura, lucirán así sus grandes secretos, sus grandes ideas, sus grandes logros, los cuales les producirán el vacío que los llevará a sentir el vértigo necesario.....