tengo que ponerme al día con la cabeza para los pies y el llanto asonoro que cubre el terciopelo gris sobre mi rostro.
no mas que cuando de a poquito, mi niña, se ríen los duendes en mi cabeza como goteras desquiciadas y llenas me moho, intentando bailar para sacarse la soga del cuello, el barro de encima, se vuelve al principio otra vez, y comienza con el ritmo infinito del acontecer único, sin risa, sin baile, apenas despiertos y algo taciturnos, no finaliza, no hay donde empezar, algo avanzan por sobre el vacío, buscando de que alimentar: pero ¿en que momento fueron a parar a la nada?
3 comentarios:
"Sin título"...
para terminar de darle complejidad a la vida, habría que inventar una ley (inventar una ley) que obligara a las personas a ponerle título a todas las hueas que uno hace, desde que uno despierta, se levanta, se ducha, culea, come, lee, piensa, se aburre, y duerme...
Todo con algun título que le dé al hermeneuta alguna pista sobre lo que "se quiere decir"...
ni con todo el ácido lisérgico del mundo sería posible entonces convencer a Dios de que el diluvio haya sido una acción "inhumana"
Habría que culiar más de lo debido
Si es que el culiar es una nota de débito
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